lunes, 23 de julio de 2012

Gabriel Rossi es el 'William Levy' de Azteca :TVNotas:




     Uno de los recientes lanzamientos de Azteca es Gabriel Rossi, de 20 años, quien en tan sólo 2 años pasó de vendedor de jugos y ropa, a ser uno de los integrantes del programa 'Venga el domingo', de la televisora del Ajusco. 

     Este chico de origen cubano-alemán nos platicó del golpe de suerte que tuvo al conocer, en una de las tiendas donde trabajaba, al director de entretenimiento de dicha televisora, Roberto Romagnoli, quien lo trajo a México para deleite de las mexicanas.

-¿Y cómo llegas a Azteca?

“Siendo vendedor de ropa un día llegó un cliente y lo atendí, me preguntó mi nombre y al presentarse me dijo que era productor en México y se llamaba Roberto Romagnoli”. 

-¿A poco no sabías quién era?
“No, sólo había escuchado hablar de él. Me invitó a México para hacer una prueba en la escuela de actuación de Azteca (Cefat). Vine, hice el casting, regresé a Miami y a las 3 semanas se comunicaron conmigo y me dijeron que me había quedado”.

-¿Te consideras guapo?
“Eso lo tendrán que decidir las damas que me ven en TV, pero creo que la mezcla alemana-cubana fue buena”. 

-¿Tienes novia?

“No, tuve una relación de 3 años con una chica en Miami, pero no funcionó”. 

-¿Cómo te gustan las mujeres? 
“No tengo un tipo en especial. Sólo busco que haya 'feeling' entre los 2. En México, en año y medio que llevo aquí, no he conocido a la mujer correcta, pero estoy feliz con Venga el domingo”.



-¿Y cómo eres en la intimidad?
“Intenso. Cuando quiero a una persona, lo vivo al máximo, soy fogoso como todos los cubanos. El que no sea fogoso siendo cubano, los frijoles no se los coció bien su abuelita”.

-¿Qué opinas de que te digan 'el William Levy de Azteca'?
“Ya lo he escuchado y me incomoda un poco porque él lleva años como actor y yo no me quiero apoyar de una figura como la suya para impulsar mi carrera. Siempre he luchado por abrirme camino”.

-¿Sabías quién era él?
“Claro, porque cuando yo tenía como 14 años entrenábamos juntos en el gimnasio. El me enseñaba ejercicios y cuando William llegaba, las chavas se desplomaban y eso que todavía no era tan conocido. Un día dejó de ir y hasta después lo vi en las novelas. Me dio mucho gusto”. 

-¿Lo has vuelto a ver?
“Sí, antes de venir a México volví al gimnasio y ahí me reconoció. Platicamos de mi ingreso a Azteca, me aconsejó que fuera yo mismo y me pidió que siguiéramos en contacto”.

-¿Tú si lo buscarías?
“No busco ser amigo de alguien así porque pensarían que quieres sacar provecho. Si me lo vuelvo a encontrar, será por el destino”, finalizó.


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